Fustigó al Gobierno, mientras distintos sectores gremiales marcaron diferencias con la motivación de la movilización convocada para mañana.
El jefe de Camioneros y líder de la CGT, Hugo Moyano, ratificó ayer el paro nacional de transportistas y la marcha a Plaza de Mayo prevista para mañana contra el Impuesto a las Ganancias aplicado a los salarios y por el incremento del tope para asignaciones familiares, al advertir que “habla pavadas quien dice que se levantan” esas medidas. Esa central obrera informó que “una treintena” de gremios adhieren a la medida, según dijo el vocero Juan Carlos Schmid, quien anticipó que Gendarmería Nacional “va a hacer controles especiales” en las rutas con los micros que trasladen a militantes para el acto, lo que podría dificultar su presencia en la plaza. En tanto, varios gremios anticiparon que no participarán de la huelga moyanista, entre ellos la Unión Tranviarios Automotor ratificó que no adhiere y habrá, por tanto, colectivos y subtes; los docentes privados, la Conadu, personal no docente de la UBA y empleados de televisión, de gas natural y aceiteros, además de seccionales de sindicatos que sí adhieren, como los judiciales, cuya rama porteña rechazó la medida.
El titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Gerardo Martínez, defendió el derecho de huelga, pero advirtió que la medida de fuerza convocada para el miércoles por el titular de la CGT tiene “una motivación política” y “no sindical”. Martínez agregó que “el horror” de este paro está en que el tema “tenía que haber sido debatido en el consejo directivo de la CGT” y afirmó que “por eso hay una actitud destituyente” porque “para resolver estas demandas hay que buscar un dialogo”. El titular de la Uocra propuso la creación de “un consejo económico y social para debatir estos temas”.
Por su parte, Víctor Santa María, secretario general del Suterh, expresó que “si bien creemos justo el reclamo por las asignaciones familiares, el Impuesto a las Ganancias y el camino que falta recorrer para combatir el trabajo informal, hoy nuestra CGT no apela ni propone nada creativo, sólo se encuentra inmersa en una lucha de poder personalista”. Y agregó que “estamos en tiempos sensibles y nuestra presidenta no está sola en su lucha por hacer un país que contemple a los 40 millones de argentinos”.
En declaraciones en la CGT de la calle Azopardo, Moyano negó tener un fin “político” y definió como “alcahuetes que se pelean para ver quién le cae mejor a la presidenta” Cristina Fernández al jefe del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi, al gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y al intendente del partido bonaerense de Florencio Varela, Julio Pereyra. Sobre Rossi, dijo que lo cuestiona ahora porque dejó de ser “Chivo” –en alusión a su seudónimo– y pasó a ser “Cabrita” de la primera mandataria. Moyano, al fustigar a Capitanich, consideró que “no puede ni hablar” de él porque “permitió instalar una base militar a Estados Unidos” en su provincia. Y a Pereyra lo definió como “ese intendente que está más tiempo en Miami” que en el distrito que gobierna. Además, reiteró que el gobierno nacional debe “16 mil millones de pesos” a las obras sociales sindicales e insistió con su ofrecimiento de bajar su candidatura a la rereelección en la CGT si la jefa de Estado accede a sus demandas.
Schmid, secretario de Capacitación de la CGT, advirtió que “si hay demoras de tres horas en las rutas, ese contingente no llega”, porque el acto está previsto para las 14. Además, sostuvo que “los sindicatos se van a movilizar con anterioridad, el interior también” y agregó que por la tarde se resolverá “por dónde van a ingresar las columnas” de manifestantes. Schmid comentó que entre los sindicatos que adhirieron a la medida de fuerza se encuentran los “bancarios, rurales, Unión Ferroviaria, pilotos, trabajadores marítimos y portuarios, Utedyc, Asociación Obrera Textil, calzado, municipales, seguro y docentes de la provincia de Buenos Aires”. Sin embargo, el sector de la Unión Ferroviaria (UF) que lidera el secretario de Relaciones Institucionales, Mario Rodríguez, ratificó que no participará del paro y movilización hacia la Plaza de Mayo, aunque el titular del gremio, Guillermo D’Angella, adhirió al acto sindical. Pero aclaró que el personal operativo cumplirá tareas “de forma normal” y que “los ferroviarios afectados a la faz operativa trabajarán para asegurar los servicios”. Los bancariosd tampoco adhirieron al paro, pero asistirán al acto y los textiles discutían una medida similar. Por su parte, el Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), que lidera Jorge Yabkowski, decidió adherir a la medida, aunque con distintas modalidades regionales.
Entre los gremios que anunciaron su no participación en el paro está la Federación de Obreros, Especialistas y Empleados de los Servicios e Industria de las Telecomunicaciones (Foeesitra). En un comunicado firmado por los secretarios general y adjunto, Rogelio y Daniel Rodríguez, el sindicato dijo que “todos los gremios que negocian paritarias están en similar problema, aunque actúan de otra manera”. En el mismo sentido se pronunció el dirigente del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Horacio Ghilini, quien sostuvo que el paro convocado por la CGT “es cuanto menos inoportuno”, porque “los trabajadores organizados somos parte de este proyecto en gestión y como tal lo vamos a defender”.
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato, aseguró que la iniciativa de Moyano “no es un capricho” y aseguró que el Gobierno “ahora es como (Carlos) Menem y como (Fernando) De la Rúa por intentar extorsionar a dirigentes con la plata de las obras sociales”. El jefe del gremio de los judiciales manifestó: “Moyano es golpista por un paro y desabastecimiento. La oligarquía sojera tuvo 90 días parado al país y a nadie lo denunciaron penalmente. Moyano hace un paro de un día y lo denuncian”. Sin que los afecte tal vehemencia, los miembros de la seccional Ciudad de Buenos Aires de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación aprobaron en asamblea una resolución que rechaza la medida de fuerza convocada por la CGT.