SITUACIONES SILENCIADAS, SILENCIOS QUE ATURDEN (Editorial Nº2 /2012)

Hospital Masvernat de Concordia
Hospital Masvernat de Concordia

La noticia que da cuenta de una niña de 11 años abusada, violada, embarazada y revictimizada por el sistema de salud, el entramado judicial y el poder político entrerriano,pone blanco sobre negro, es decir revela una grave secuencia de situacionessilenciadas:

• Existe un importante sector de población de niños, niñas y adolescentes, a lo largo y a lo ancho del país, que continúa formando parte de un “núcleo duro” de pobreza estructural, a pesar de los años de crecimiento económico de los que se enorgullece la gestión actual

• Se trata de un sector excluido, entre otras cosas, de acciones educativas concretas en promoción y prevención de la salud, consagradas en la letra de convenciones de rango constitucional, leyes nacionales y declaraciones públicas, pero ineficaces a la hora de evitar que estos dramas se desaten

• Existe un dispositivo legal (el art. 86 del Código Penal, incisos 1 y 2) que contempla la figura de “abortos no punibles”. Aún se discute la coma del inciso 2, pero no hay discusión posible acerca del primer inciso. Y el término “salud” al que hace referencia dejó de tener, hace mucho tiempo, la concepción puramente biologista a la que alude el ministro de salud entrerriano, para pasar a tener la integralidad que define la OMS: “…estado de bienestar físico, psíquico y social, y no solamente la ausencia de afecciones y enfermedades”.

• Existe un Protocolo de Atención a Personas Víctimas de Violencia Sexual, y una Guía Técnica de de Atención Integral de los Abortos No Punibles, elaborados ambos por equipos del Ministerio de Salud de la Nación. Está prevista la resolución de situaciones como esta en el ámbito de las instituciones de salud pública, sin intervención de la justicia, con funcionarios que tienen responsabilidad directa en su aplicación y profesionales que pueden ejercer su “objeción de conciencia” suscribiendo una declaración pública donde manifiesten que la ejercerán tanto en ámbitos públicos como privados y haciéndola conocer con la suficiente antelación.

Estas situaciones silenciadas encuentran su correlato en otro silencio, el de la máxima autoridad en materia de salud pública nacional: el ministro Juan Manzur. Siguiendo la línea que ha mantenido en su gestión anterior – y que quizá haya sido el motivo para revalidarlo en su cargo- no habla de esta situación ni de ninguno de los temas nodales de la salud pública, ni asume la posición rectora que se espera de su alto rango de funcionario. No impulsa la aplicación de protocolos y guías, no propicia un amplio debate nacional sobre el tema ni aboga por un sistema de salud único, universal y gratuito, que ponga a todos los ciudadanos, independientemente de dónde vivan, qué edad tengan o cuál sea su condición socio económica, en igualdad de condiciones en el acceso a la atención sanitaria.
Mientras estas condiciones continúen silenciadas y el silencio de las máximas autoridades nacionales nos ensordezca, la lista de víctimas de la impotencia de nuestro sistema sanitario continuará creciendo. Tenemos aun una mortalidad materna y una mortalidad infantil que nos avergüenzan y se perpetúan a la sombra de hipocresías variasy de bíblicos “lavados de manos”.

FESPROSA-CONSEJO EJECUTIVO NACIONAL

ver o descargar Boletín Nº2 año 2012

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