A lxs compañerxs de la CD, delegadxs y afiliadxs de la UTS
Con enorme alegría hemos recibido la sentencia definitiva a favor de Carlos Altamirano y la UTS. Es un hecho trascendente porque reafirma de manera enjundiosa la doctrina de la corte en los fallos ATE 1 y 2 y Rossi vs. Hospital Naval a favor de los derechos de las organizaciones simplemente inscriptas y de sus dirigentes y delegadxs de base.
El fallo tiene un alto valor jurídico, simbólico y político. Carlos es miembro fundador de la UTS, fue largos periodos su secretario general, cabeza y referente de las luchas en defensa del salario, contra la precarización laboral y por la libertad sindical. El Gobierno de Schiaretti pretendió desconocer sus fueros como delegado del Hospital de Niños, ordenando un traslado compulsivo de neto corte discriminatorio y antisindical.
A los y las luchadoras de salud de la Argentina nos alegra enormemente que la pertenencia de UTS a la Fesprosa fuera considerada por la justicia como refuerzo y sostén de derechos. Al analizar los fundamentos de la legalidad del gremio, los jueces dicen: ”…Lo anterior permite corroborar que la entidad sindical en cuestión existe como tal, se halla formalmente constituida y cuenta con inscripción gremial otorgada por la autoridad de aplicación. A su vez, está afiliada a la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina, entidad de segundo grado que cuenta con personería gremial -N° 1906-, conforme fuera indicado en demanda -aspecto que no ha sido controvertido, ni puesto en dudas en autos- y corroborado con el informe de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales agregado a fs. 643…”.
El fallo, en definitiva, abre la puerta a la conquista de más legalidad y legitimidad para los reclamos históricos de UTS, en particular, la convocatoria de la paritaria sectorial de salud y el otorgamiento del código de descuento de la cuota sindical.
La libertad sindical es bandera de todos las y los trabajadores de salud de la Argentina. Seguiremos peleando juntos para que sea realidad.
Con abrazos fraternos,
