
Más de 30 mil médicos y trabajadores de la salud que integran la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la Argentina (FESPROSA) denunciaron «una estrategia de pánico» por parte de las corporaciones y exigieron al gobierno que «deje de responsabilizar del control a los individuos y a las familias» y que sea el Estado el que «fortalezca el sistema público de salud y se ponga al frente de la movilización social para combatir la epidema».
Desde el organismo sindical denuncian que desde el gobierno existe un «ocultamiento deliberado de las causas económicas, sociales y climáticas de la epidemia» así como «fumigaciones masivas e indiscriminadas con productos tóxicos».
En este sentido, exigen «una estrategia de saneamiento ambiental no espasmódica conducida por el Estado junto a una sociedad movilizada y consciente. A su vez, entienden la necesidad de «un sistema público de salud fortalecido» y la importancia de combatir «a la pobreza, a la exclusión, al modelo extractivista y a la urbanización caótica, causas últimas y verdaderas de la epidemia”.
Mediante el documento, expresan que “la enfermedad, está íntimamente vinculada a las condiciones sociales, el déficit de saneamiento ambiental, el cambio climático, las inundaciones favorecidas por la tala indiscriminada, la sojización y el uso masivo de herbicidas, es decir por el impacto del modelo extractivista. En Argentina y en toda América son las poblaciones con menos acceso al saneamiento ambiental y al agua segura, es decir las más pobres , las que más sufren el brote epidémico” aseguran.
“El control del Aedes debe realizarse con una amplia movilización social dirigida y sostenida por el Estado. No se puede recargar sobre las familias y los individuos el control del mosquito, ocultando la obligación estatal de ponerse al frente, fortaleciendo el sistema público de salud e impulsando una reforma urbana integral para lograr ciudades saludables”.
Mediante el comunicado, FESPROSA denuncia que «se busca crear el pánico por parte de las autoridades sanitarias sobre el Zika cuando no hay aún evidencias concluyentes sobre qué relación tiene el virus con el aumento de los casos de microcefalia». Y agrega «esta estrategia del pánico ya la sufrimos durante la gripe A. El alerta 6 resultó una maniobra avalada por la OMS que permitió enormes ganancias a los fabricantes de vacunas”, finaliza.