¿Corrupción o crisis del modelo?

Con la detención del «Momo» Venegas se reaviva la polémica sobre si el modelo argentino de Seguridad Social debe ser «saneado» o reformado. En 1947 el primer ministro (entonces aún secretario) que soñó para la Argentina un Sistema único de Salud, le planteó a Perón unificar las Cajas del presupuesto estatal y la de las nacientes Obras Sociales.

Perón se opuso. Desde 1954, cuando Carrillo finalizó su gestión con 120.000 camas públicas el Sistema Público perdió 50.000 y el Sector Privado( financiado en un 80% con fondos de las Obras Sociales) superó en número de camas al Sector Público.

La función de las Obras Sociales no fue solo crear financiando un sector privado que en los años cincuenta era casi inexistente. Fue tambien garantizar la gobernabilidad fomentando el crecimiento económico de una clase dirigente amparada por la ausencia de libertad sindical y control social sobre los fondos que administra.

omo toda maquinaria que piensa en su autoperpetuación, fue buscando la ampliación de su poder con todos los recursos que tenía a su alcance.

Por un lado chupar de la teta del Estado a través del control de APE y la Superintendencia y también recurriendo a circuitos ilegales, tal como lo es la mafia de los medicamentos. La detención de Zanola, Romano, Lorenzo y Venegas es entonces apenas la punta del iceberg, la expresión superficial del agotamiento de un modelo mafioso y pre democrático de manejar los sindicatos y las prestaciones de salud de los trabajadores en blanco.

Conquistar la libertad y la democracia sindical y democratizar las Obras Sociales para encarar un debate serio sobre la Reforma y unificación de nuestro Sistema de Salud son parte de la agenda pendiente de democratización profunda que tiene nuestro pais.

No es posible que en la Argentina sea mas fácil postularse a presidente que a delegado sindical. No es posible que el derecho a la salud esté vinculado al trabajo en blanco o la capacidad de pago.

Corremos el peligro de que la actual crisis sea abordada só lo en su aspecto de ética dirigencial (que lo tiene) o de sus ramificaciones político partidarias. Si nos quedamos en eso habremos perdido la oportunidad para dar un paso adelante en el debate para la construcción de una democracia plena en nuestro país.

Para avanzar hay que volver al Gallego Soto, a Tosco y Atilio López en el movimiento sindical. Y en salud hay que volver a Carrillo.

* Secretario de Salud Laboral de la CTA. Presidente de la Federación de Asociaciones Sindicales de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FeSProSa)

Related posts