Según la titular del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (SITAS-FESPROSA), Adriana Bueno, durante los últimos días se registró faltante de insumos en varios establecimientos sanitarios. Se sostuvo también una falta de acompañamiento de los organismos del Estado para la contención de familias críticas. Plantel de médicos insuficiente. Demoras en la Ley de Carrera Sanitaria.
El malestar de los trabajadores de la sanidad tucumana vuelve a tomar forma de reclamos, denuncias y advertencias por múltiples falencias que se registran en el sistema y que, hasta el momento, no son canalizadas por las esferas de decisión a quienes les compete brindar soluciones al respecto.
Desde el combativo SITAS, se resaltaron una serie de inquietudes que se manifiestan como condicionantes para la normal prestación del servicio sanitario. En tal sentido, se mencionó el faltante de insumos en diversos centros de atención, equipamiento deficiente en nosocomios importantes de la provincia y exigua cobertura en los cargos médicos.
A todo ello, se suma una crítica velada a la intervención de diversas instituciones del Estado que no estarían cumplimentando adecuadamente sus funciones (en materia de prevención, asistencia y control) complementarias a las acciones que se instrumentan desde el área de Salud.
En declaraciones a EL SIGLO, la secretaria general de SITAS, Adriana Bueno, relató que, en una reunión de delegados concretada el miércoles pasado, los referentes galenos de distintos nosocomios y CAPS distribuidos a lo largo del territorio provincial, enunciaron varios aspectos que encendieron luces de alerta en el sector.
«Durante todo el fin de semana se detectó faltante de oxígeno, lo cual es un hecho muy grave, en el hospital de Ranchillos, en el Área Operativa Suroeste y Noroeste, como así también en el Policlínico San Rafael y en las Salas 1 y 2 del Hospital de Niños, donde además, las quejas de las enfermeras estuvieron relacionadas con la poca disponibilidad de antibióticos», señaló Bueno.
Asimismo, la médica sostuvo que este panorama afecta también al Hospital Padilla, pues, informó, allí se clausuró el servicio de Rayos X «porque las paredes de los quirófanos no estaban cromadas y, como resultado de ello, las radiaciones fueron emitidas sin ningún tipo de protección en el sector delimitado para estas prácticas (tres metros a la redonda)», postuló Bueno.
Paralelamente, agregó que el personal abocado a estas especialidades «se encuentran desprotegidos, ya que los pocos chalecos cromados están vencidos y por tal motivo no cumplen la función de evitar la radiación en el organismo de las personas».
Como consecuencia de este hecho, se indicó que debieron restringirse casi al máximo la realización de cirugías programadas, puesto que de 20 intervenciones diarias que se llevaban a cabo, el nivel cayó a solamente tres cirugías.
«En un hospital de referencia como el Padilla, no pueden sucederse este tipo de cosas, donde los trabajadores deben llevar a cabo su labor sin asegurar siquiera su propia salud. Estamos hablando de hechos que a estas alturas ya se tornan groseros», planteó Bueno.
A modo de sumar otras deficiencias detectadas, la profesional del sur tucumano adujo que el sector de gastroenterología del mencionado nosocomio trabaja con un solo endoscopio y rectoscopio «pese a las innumerables notas que se elevaron a la Dirección, aún no se tienen respuestas satisfactorias y la contestación radica en que estos instrumentos se encuentran en permanente arreglo», adujo.
Por otra parte, la titular del SITAS resaltó que tampoco se realizan cirugías laparoscópicas a raíz de la falta de materiales e insumos, como por ejemplo, señaló, se registró insuficiencia de dióxido de carbono que se utiliza para insuflar.
Estado ausente
Otra de las aristas que se remarcó fue el seguimiento aplicado al momento de la detección, por parte de los médicos, de lo que se denominan familias en riesgo, a las que se califica de acuerdo a sus características, (como ser personas desnutridas, padres alcohólicos, casos de violación, entre otras).
«Por más que se detecten este tipo de situaciones, en la actualidad nuestra labor para lo único que sirve es para relevar los casos y el Estado prácticamente se desentiende, puesto que la respuesta consta nada más que en la entrega de un litro de leche», indicó Bueno.
«No estamos teniendo la respuesta ni el acompañamiento de las diversas instancias estatales, cuando el sector Salud es la caja de resonancia de la situación socio-económica de Tucumán. Lejos está el Estado de mostrar una conducta vertical que intente modificar las falencias alertadas por los médicos», insistió.
En este orden, Bueno sostuvo que «de nada vale nuestra actuación de campo al momento de dar cuenta sobre las familias críticas, si todo el informe por nosotros elaborado solamente se plasma en un papel, sin ningún tipo de contención para esas personas que se encuentran en un verdadero estado de riesgo. Es hora que no sólo la Salud deba responder ante estos casos, donde los organismos del Estado no dicen absolutamente nada. Después nosotros (por los médicos) tenemos que explicar las muertes por lo que no se hizo por parte del Estado», lanzó la profesional.
A su vez, desde SITAS se alertó que «existe una falta de médicos ya que no se generan condiciones más atractivas para la radicación de los mismos ante cargos no jerarquizados, sin ningún tipo de reconocimiento profesional», indicó Bueno.
Seguidamente, aseveró que se presenta un panorama sombrío en lo que respecta al plantel de pediatras : «sencillamente no hay, en todo caso tenemos médicos que no concluyeron su especialidad, lo que sucede en el Hospital de Concepción. Ponemos a cualquier persona con delantal al frente de la atención», advirtió, al tiempo de manifestar que tal situación se presenta en los hospitales de derivación y no solamente en aquellos centros sanitarios alejados del núcleo urbano.
«Toda esta problemática se suscita en un momento donde la población se vuelca cada vez más al sistema público. Puede decirse que la Salud, hoy por hoy, es un mercado imperfecto, sin correspondencia alguna entre la oferta y la demanda», reflexionó Bueno.
Finalmente, la referente de SITAS demostró su malestar ante la actitud asumida por la Comisión de Salud de la Legislatura, en razón de que hace tres meses que se concretó la última reunión entre las partes para avanzar en la elaboración de una nueva Ley de Carrera Sanitaria, y hasta el momento no hubo otra citación a tal fin.
«Esta situación nos pone nerviosos, porque la presidenta de la Comisión (Beatriz Ávila) sabe de nuestra preocupación, porque se lo dejamos en claro, para que esta norma sea tratada en este año, pero nos encontramos sin noticias al respecto», concluyó la dirigente Bueno.