(18/02/2013) Ayer despedimos a Hugo en su General Alvear natal. Parecía haberse dormido con una sonrisa. Si pensamos en él…. lo vemos con esa expresión, con su mirada atenta, su alegría contagiosa, su fuerza. Cabrón, terco, pertinaz, hacían con Chabela un dúo de pistones, si uno bajaba el otro ya estaba arriba. Si lo sabrán los funcionarios. Si lo sabremos en Fesprosa donde siempre con altura y respeto por el otro peleaba a muerte para sostener su posición, que era siempre la de su querido AMPROS. Hugo, como Chabela y todos los compañeros de la conducción de AMPROS, fue uno de los primeros en entender que FESPROSA no era un negocio de corto plazo sino un proyecto plural y colectivo. Por eso peleó para que pudiéramos superar las barreras políticas y culturales, construyendo la confianza en base a la lealtad y el respeto por las diferencias. Sibarita, gourmet, Hugo era siempre el sommelier aficionado en nuestros encuentros. Nadie podía quitarle el lugar de gran elector del vino a tomarnos. Me preguntaba cómo alguien con su historia trágica, podía tener un carácter en el cual la desgracia parecía no haber hecho mella. Ayer despedimos a Hugo en General Alvear. Junto a su familia, a Mirta, a los chicos, había una pe-queña multitud. En el aire flotaba el cariño y el amor que Hugo supo construir.
Hasta siempre compañero, amigo, hermano en la lucha. Jorge Yabkowski Presidente de FESPROSA (Federación Sindical Profesionales de la Salud de la República Argentina)