El día 16 de julio la Asociación de Médicos Municipales firmó con el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires un acta en la cual establecen las bases de la política de salud mental de la jurisdicción para los próximos «50 años».
Este documento se apoya en un fundamento netamente biologicista que reduce la complejidad mental de los sujetos a sus aspectos cerebrales neuronales, químicos y genéticos para fundamentar una primacía psiquiátrica en el área, de la cual disciplinas como la psicología o trabajo social son meros “complementos”.
El mismo deviene en una violación a la ley 26657 de Salud Mental, contradiciendo la letra explícita de esta, que en su artículo 3° “…reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socio socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.”, eludiendo los aspectos más progresivos de la Ley Nacional de Salud Mental que sostiene los derechos humanos de los pacientes y aboga contra la internación manicomial y el hospital psiquiátrico clásico monovalente. En su lugar encontramos la clara intención de poner nuevamente a la psiquiatría en el centro, desconociendo la multideterminación del padecimiento psíquico y la necesidad de promover un abordaje complejo e interdisciplinario.El documento afirma que «hay cuatro áreas de la salud mental y las neurociencias que van a ocupar la atención durante los próximos 50 años»:
- Influencias ambientales y hormonales en el ser humano: en rigor por ser humano se entiende «nuestro cerebro» y por influencias ambientales, los «compuestos químicos que nos bombardean de todos lados» (sic). La clave es «desentrañar la arquitectura cerebral y el funcionamiento de las diversas áreas cerebrales».
- Vejez y enfermedades neurodegenerativas.
- Bases moleculares de la conducta y las enfermedades mentales: a partir de la afirmación de que «en los últimos años se ha encontrado que la arquitectura genética de un individuo tiene profunda influencia en el desarrollo de enfermedades mentales».
- Terapia génica del sistema nervioso: «cómo lograr acceso al cerebro desde la periferia» y va a permitir –afirma el Acta– «reparar funciones cerebrales defectuosas».
Ante esto, Fesprosa repudia enérgicamente el retroceso que este acuerdo postula ante el padecimiento humano y su intencionalidad política que promueve la patologización mental para potenciar la industria farmaceútica y el uso discrecional del presupuesto. Ante esta política retrógrada exigimos el pleno cumplimiento de la Ley Nacional de salud Mental como de todas las conquistas que en ese marco se han logrado.
Jorge Yabkowski – Presidente
María Fernanda Boriotti – Secretaria General