Mañana, 23 de mayo, pararán y se movilizarán los gremios de salud en varias provincias del país, en defensa del sistema sanitario público que se encuentra cercano al colapso. Los salarios por debajo de la línea de la pobreza y la falta de personal y de insumos son las principales amenazas. El acto central será en el Congreso de la Nación desde las 11 horas.
Bajo la consigna “La Salud por el Piso”, varios de los gremios que conforman la Fesprosa, con el apoyo del Frente de Gremios Estatales, convocaron a unirse a la Jornada Nacional de Lucha en Defensa de la Salud Pública. Más allá del acto central que tendrá lugar en el Congreso de la Nación desde las 11 horas de mañana, los sindicatos de La Rioja, Chaco, Río Negro, Tierra del Fuego, Neuquén y San Luis llamaron a concentrar y movilizarse en sus respectivas provincias.
La medida de fuerza nacional se da con el trasfondo del conflicto in crescendo con los empleados estatales de Misiones. La situación escaló hasta la toma del Ministerio de Salud por parte de los trabajadores. Esto es un botón de muestra de lo que puede suceder en las provincias si el gobierno nacional decide continuar con la motosierra y la licuadora.
También es crítica la situación de los promotores sanitarios de la economía popular, que tienen su ingreso congelado en 78 mil pesos desde octubre del año pasado. Es por eso que participarán de la movilización al Congreso, junto a trabajadores de hospitales y centros de salud.
Los puntos centrales de la convocatoria fueron enviados al Ministerio de Salud de la Nación. Entre ellos, se destaca el rechazo al DNU 70/23 y sus consecuencias sobre el precio de los medicamentos, que han llegado a tener aumentos de hasta el 400% en los últimos seis meses; la exigencia de un aumento de los presupuestos sanitarios, tanto a nivel nacional como provincial, y la continuidad de los programas nacionales de apoyo a los pacientes vulnerables.
En particular, la Fesprosa pondrá en evidencia la situación en la Dadse y la suspensión de los tratamientos de alto costo para más de 1900 pacientes oncológicos y con patologías de baja frecuencia. También se reclamará la continuidad del plan de prevención de embarazo adolescente, el que fue discontinuado por el gobierno, dejando cesantes a centenares de trabajadores del sistema.
En el ámbito laboral, los trabajadores de la salud han perdido más del 20% de su salario en los últimos seis meses. Además, el DNU 70 prohíbe las asambleas hospitalarias y elimina, de manera inconstitucional, el derecho de huelga del medio millón de trabajadores de la salud pública. En el hospital más grande del país, el Posadas, la nueva administración libertaria ya ha descontado el sueldo a casi 5 mil trabajadores, sin justificación alguna, como forma de amedrentamiento frente a sus reclamos de recomposición salarial y pase a planta permanente.
En las provincias, los acuerdos salariales para los trabajadores de la salud, con o sin negociación colectiva, han sido todos a la baja. Mientras las obras sociales pierden afiliados por la desocupación creciente y sectores medios abandonan las prepagas, el hospital público, que hoy atiende 20 millones de pacientes de cobertura pública exclusiva, ve crecer todas las semanas sus pedidos de apertura de historias clínicas.
Sin presupuesto, sin renovación edilicia, con una crisis de insumos hoy expresada en la crisis de los stents cardíacos, pero que abarca muchos otros rubros, el sector público no está en condiciones de dar respuestas. Es por ello que esta jornada se realiza bajo la consigna de «La salud por el piso. Resucitemos la salud pública».