En el día de la fecha, estando ya en el estudio para ser parte del programa que conduce Horacio Embón a las 14:00 horas, los directivos de Crónica TV ordenaron que no saliéramos al aire los invitados Jorge Yabkowski, quien suscribe, presidente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) y Mirta Jaime, presidenta en el Hospital Posadas de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP).
La entrevista había sido pactada con 24 horas de antelación. Inclusive las temáticas de denuncia de la situación grave y crítica de los hospitales públicos había sido del interés de la producción del programa y sus contenidos perfectamente acordados.
La misma producción se vió soprendida por esta decisión gerencial, cuyas causas ignoramos, pero que reflejan un peligroso paso en el sentido de coartar la libertad de expresión y la libertad de información, en tanto los hechos que se estaban ventilando y se están ventilando hoy en la salud pública, son del interés de la comunidad.
Había inclusive enviado al canal copias de los reclamos del pueblo de Tinogasta, Catamarca, a la gobernadora Lucía Corpacci, por falta de insumos en su hospital, por falta de ambulancia para traslados, por falta de atención odontológica. También los reclamos de la comunidad de los trabajadores del Chaco, donde el 28 de diciembre los profesionales del hospital tuvieron que terminar operando con iluminación de celulares por corte de luz, donde sufrieron severamente todos los centros de salud las inundaciones, donde llegó a darse el caso extremo de un chico naciendo en medio de la ruta, porque la ambulancia, hundida en el barro, no pudo continuar su camino hacia el establecimiento sanitario.
También se habia comunicado a la producción del canal la falta de insumos hoy en la provincia de Buenos Aires, no solo en el Hospital San Martín de La Plata, el caso más resonante, o el incendio del Hospital Oniativia. Transmitimos además la situación en el laboratorio del Hospital Cetrángolo, líder de la atención para pacientes respiratorios, del Hospital Güemes de Haedo, líder en la atención de terapia intensiva y politrauma, donde no había reactivos elementales como troponina para el infarto, amilaza para la pancreatitis, coagulograma para llevar a un paciente al quirófano, y mal estado de la atención por falta de insumos que se repite en muchos otros hospitales, como por ejemplo el Hospital de Escobar, donde la situación es de una maternidad sin neonatólogos, con decenas de cargos libres en la guardia, en pediatría y en otras especialidades, lo que pone a ese establecimiento al borde del colapso, junto con, obviamente, también la falta de insumos y medicamentos.
Íbamos a denunciar en Crónica TV la situación de los hospitales de Córdoba, donde el Hospital de Niños se inundó en medio las lluvias y con gran peligro se pudo continuar una cirugía infantil compleja, bajo la lluvia en el quirófano, y provincia donde también fueron afectados el Hospital Misericordia y el Hospital Neuropsiquiátrico (amén del corte de luz en el Hospital San Martín de La Plata, donde el generador que tenía que reemplazarlo no lo maneja la provincia de Buenos Aires ni el Estado, sino que es de una empresa tercerizada, y que puso en peligro la vida de decenas de pacientes).
Estos son algunos de los ejemplos de las decenas que tiene el sistema público de salud y que muestran su verdadero estado de colapso y que no pudimos contar hoy al aire por decisión de los directivos a minutos de ser entrevistados en el piso del canal, en una nota pautada un día antes.
Lamentamos esta decisión gerencial de Crónica TV. Estamos sorprendidos, porque no es una práctica habitual, y obviamente queremos poner en conocimiento de la comunidad sanitaria en particular, de la comunidad periodística y de la comunidad en general, que este tipo de epidodios de censura, lejos de mejorar la calidad de la vida democrática y ayudar a resolver los problemas graves que tiene nuestro sistema de salud, lo único que hace al tratar de ocultarlos, es empeorarlo.