Crónica de una agonía anunciada

(Editorial N°12/2012) En estos 9 años de recuperación económica la salud pública no cre-ció a tasas chinas. Sostenida en presupuestos provinciales que miraban con la ñata contra el vidrio el aumento de los ingresos fiscales de la Nación, los sistemas de salud de las provincias se arrastraron malamen-te, festejando como un campeonato cuando accedían a las migajas de los planes focales como el Nacer. Ahora la fiesta terminó. Roggio, Cirigli-ano, Taselli, Eskenasi y tantos otros aprovecharon la bonanza, no sin pasar sus buenas coimas, y dejaron a los servicios públicos peor que hace diez años. En salud estamos volviendo al desdoblamiento de los salarios, al pago en bonos a proveedores, al ajuste salarial por debajo de la in-flación real. Esa es la causa de los conflictos provinciales que veni-mos difundiendo en este boletín y que tienden a profundizarse. Las úni-cas decisiones posibles que pueden paliar esta situación no están en el horizonte del gobierno. Una reforma tributaria progresiva, el fin de los subsidios a los parásitos amigos del poder y un aumento sustancial del presupuesto de salud pública medido en términos de porcentual del PBI. La FESPROSA y todas sus regionales batallan solidariamente por la defensa de los trabajadores de la salud y siguen reclamando por una sa-lud pública de calidad financiada por rentas generales para los cuaren-ta millones de argentinos.

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